Soy una persona nostálgica y me gusta.
Lo extraño es ser una nostálgica con mala memoria.
Siempre digo que colecciono inutilidades. Y es por eso que mi nostalgia no lleva recuerdos, sino sensaciones. Flashes de momentos al que le faltan piezas.
Y como me faltan, imagino. Ficciono silenciosamente.
Entonces, estas pueden ser cartas ficcionales. Un diario del olvido.
Un blog nostálgico del 2008. De allí que no quiera pensar en otro nombre si no más bien reciclar el recuerdo. Serle fiel a la Andi que escribe (o que lo pretende).
O quizás, termine siendo el umbral. El vuelco hacia adentro.
¿Me acompañas?