Para esta cartita que te está llegando a tu correo estuve mucho rato pensando en qué escribir.
Primero porque la siento oficialmente la primera entrega en serio de estas misivas de los lunes. La publicación que solté la semana pasada fue para abrir la puerta, poner la alfombra. Avisar que ahora estoy acá.
Pero esta viene siendo el ‘‘pase adelante y siéntese. ¿Quiere algo de tomar?’’
Entonces, me empecé a crear una presión mental muy rara.
Quería que fuese una carta que te revelara cosas, que te contara más de mí y que conectara con algo que -seguramente- también te está pasando a ti.
Una expectativa extraña que sólo viene de mis fastidiosas inseguridades.
Hasta que ayer, ya casi preocupada porque no había escrito nada y ya me había ‘‘comprometido’’ en que esto saldría los lunes, detuve el ruido mental y recordé el por qué abrí esto. Por qué quise limpiar la casa y dejar entrar a otros.
Esto no es para lanzarme mandatos de productividad ni exigencias de escritura pulida y perfecta. Ni mucho menos un peso que voy a cargar sin sentido alguno. Esto es para ser fiel a mí, a lo que me impulsa, a lo que surge sin tener que maquillarlo, y dejar pasar a quien quiera acompañarme.
Esto es una masita adaptable a lo que sea que vaya sintiendo.
Hoy es esta mirada a mis exigencias balurdas que me sabotean siempre.
Siempre.
Y que si soy constante con mi deseo, mis ganas de crear (no importa qué ni cómo) y mis llamados internos, entonces estaré callándole la voz a todo eso que me llena la cabeza de limitaciones y miedos.
He aquí la carta que sí pude escribir.
🙌
No será la última vez que hable de esto.
Te aseguro que volveremos a este punto cada tanto.
El ruido mental es mucho.
Y, lo segundo (no me olvidé que enumeré al principio, eh) es que se me ocurrió añadir a mis cartitas semanales algo que me guste y que quiera compartir. Una especie de recomendación, si se quiere.
Aunque me gustaría verlo como esa galletita que partes por la mitad para compartir con el otro. Me parece más lindo. 💛
🍪°🍪°🍪°🍪 Aquí te comparto la galletita de hoy 🍪°🍪°🍪°🍪
La Mesías (serie)
Traumas de la infancia, sectas religiosas y miedos impronunciables. Terminé esta serie española la semana pasada y quedé encantada y perturbada al mismo tiempo. Una historia familiar rarísima para todo el que está afuera, pero bastante incómoda también para el que está adentro y logra abrir los ojos. Tiene un muy buen guion, donde todo cierra, y unas actuaciones maravillosas. Si la ves, me cuentas. 👇
Esta cartita aún está encontrando su forma.
¿Recuerdas lo de la masita adaptable que te comenté?
Cada lunes podría ser otra cosa.
Gracias por leer y quedarte 💛